Nuestro país no está exento de tener de manera permanente diferentes tipos de situaciones de emergencia o acontecimientos traumáticos: desastres naturales, terremotos, incendios forestales masivos. Hoy nos enfrentamos a un evento de mayor magnitud; esta gran Pandemia. De estas situaciones de emergencia pueden resultar afectados individuos, familias o comunidades, cada persona se puede sentir vulnerable y presentar una amplia gama de reacciones o sentimientos, como: confusión, inseguridad, miedo, crisis de ansiedad o pánico, algunos con reacciones leves y otros más grave, que pueden ir desde llanto con síntomas físicos, a la autoagresión. Estas reacciones muchas veces son dejadas de lado, son personas que no atendemos o muchas veces apartamos; estamos poco acostumbrados a intervenir el lado emocional, del ser humano.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el año 2003 comienza a implementar, la Guía “Aspectos mentales y sociales de la salud de poblaciones”, para orientar la atención de personas expuestas a factores estresantes extremos. El año 2009 incentiva la Primera Ayuda Psicológica y desde el 2012 los Primeros Auxilios Psicológicos; como técnica de intervención de ayuda psicológica básica, no invasiva; siendo un modo practico y humano para ayudar a estas personas en situación de crisis, respetando su dignidad, cultura y capacidades, buscando protegerlas emocionalmente y de sufrir más daño; físico o psicológico mayor, ante la imposibilidad de entender o calmarse en ese momento.
Como interventor y una vez que asumo entregar una ayuda, que debe ser responsable y segura, hay que considerar tener una mayor sensibilidad frente a esa diversidad de personas, con una presentación y lenguaje acorde al proceso, ser consciente del rol y los límites. Es imprescindible conocer con anterioridad el evento y estar al tanto de las indicaciones o restricciones de la autoridad a cargo.
¿Cuándo los aplicamos?
Inmediatamente después de ocurrido el evento, hasta las 72 horas. Posterior a este tiempo no corresponde a esta técnica y en presencia de signos o síntomas permanentes debe ser derivado a un especialista o red de apoyo.
¿Cuáles son los objetivos?
Reducir el nivel de estrés producido por la noticia o evento traumático.
Conectar a la persona a su red de apoyo; familia, amigos o líderes comunitarios.
Potenciar las estrategias de afrontamiento, estimular a que reconozca que tiene recursos anteriores (que le hace bien o lo que le provocará mayor dificultad).
Aumentar la autonomía y toma de decisiones, es necesario para la prevención de complicaciones y para que logre control sobre su vida.
¿Qué estrategias encuentro para lograr los objetivos?
El lugar óptimo, que suele no existir preparado, es donde se llevara al afectado; debe ser seguro, tranquilo y retirado, sin visión directa del lugar donde se produce el evento, es necesario evaluar necesidades especiales como traductor, medicamentos de consumo permanente del afectado, insumos desde agua o comida a disposición, ropa de abrigo, lápiz, papel. Niños no pueden ir solos y el lugar debe estar protegido de los medios de comunicación.
¿Cómo intervenir?
Acercarse a la persona y preguntar si necesita algo, aportar calma para una comunicación saludable, nunca forzar la ayuda. Hay que considerar que un estado emocional alterado en crisis de ansiedad o pánico pueden durar hasta 30 minutos, teniendo su intensidad dentro de los 4 primeros minutos, posterior a esto es el momento es que logrará conectar con el interventor. No hacer interrogatorios, ni preguntas indiscretas para averiguar mas antecedentes, la idea es facilitar que quiera conversar sin presionar, escuchar sin juzgar. Por mientras acepta la realidad, puede suplir con información psicoeducativa; por ejemplo, informar que hay una reacción esperable de aceptación al proceso, siendo una emoción positiva para la recuperación, proponer que puede hacer para cuidarse con sus factores protectores presentes (familia, trabajo estable, apoyo social y redes comunitarias, capacidad de emprender, etc) y aceptar su estado para lograr regular las emociones.
Primeros Auxilios Psicológicos; no son una terapia, ni la búsqueda de un diagnóstico, jamás abordaran en profundidad lo que ha ocurrido. Las personas a las que vamos a acompañar en este momento están vulnerables a un daño por la perdida que han sufrido o el evento vivido. Ese ajuste a lo que no tenían previsto es una situación difícil y será diferente en cada persona aceptar con facilidad esta intervención. Mantener siempre la honestidad, no hacer comentarios de gestiones que no podremos realizar, que en ocasiones la compasión o la empatía, nos hacen ir más allá en las soluciones, que no serán adecuadas en ese momento. Recuerde la dignidad del usuario y confidencialidad de lo que ocurre.
En la fase de cierre, no podemos olvidar realizar el enlace con red salud local, apoyo social, familiar o comunitario, sobre todo si se evidencian factores de riesgo como patologías de salud mental previas. Dar información de cómo afrontar los primeros días, orientar a una pauta de alimentación, sueño y posibles síntomas que podrá presentar, que son parte normal de este proceso.
¿Cuándo pedir ayuda inmediata?
En presencia de síntomas permanentes que no ceden por mas de un mes debe acudir a CESFAM, SAPU u Hospital. Hay reacciones normales frente a situaciones de estrés, donde la capacidad de afrontamiento se ve superada por la magnitud del evento, puede suceder dentro de las 6 primeras semanas como es el Trastorno por Estrés Agudo y en su cronificación o duración de síntomas por mas de 1 mes que afecten la vida cotidiana es el Trastorno por Estrés Postraumático. La sintomatología puede ir desde insomnio, irritabilidad, deterioro de la capacidad funcional, su principal indicador es la imposibilidad o evitación de continuar con la vida habitual.
Cualquiera puede prepararse para entregar Primeros auxilios psicológicos, como ayuda psicológica básica, no invasiva, con un enfoque dirigido a escuchar sin forzar a hablar, para proteger de otros daños. Implica una respuesta no clínica, humana, de apoyo a otro ser humano que está sufriendo y que necesita ayuda inmediatamente después de un evento estresante. Según la OMS todos los trabajadores de salud deben ser capaces de proporcionar esta intervención.